Cepillarse los dientes en exceso: riesgos y consecuencias

El cepillado es la mejor medida para acabar con las bacterias y mantener una correcta salud dental. Sin embargo, en exceso puede suponer un problema, y más si apretamos mucho al lavarnos los dientes.

Luego de cada comida, el cepillado y limpieza con hilo dental ayuda a eliminar la capa de bacterias que se forma en torno a las encías y los dientes, y que es la responsable de la formación de sarro, las caries y de otras enfermedades dentales. Además, un correcto cepillado protege el esmalte y lo preserva por más tiempo.

Sin embargo, para mantener una buena salud bucal, es tan importante la frecuencia y el tiempo que le destinamos al cepillado, así como la técnica con que lo realicemos.

¿Qué pasa si nos cepillamos demasiado fuerte?

Las encías son generalmente las primeras afectadas: cepillarse muy fuerte puede obligarlas a disminuir de tamaño y hacerse más pequeñas, dejando al descubierto más superficie de la pieza dentaria.

Por otra parte, también se desgasta la superficie dental y se puede dañar el esmalte. Esto produce que la capa más blanda que se encuentra en el interior de los dientes, llamada dentina, se exteriorice y se desgaste más rápido.

Sin embargo, antes de que esto suceda, el exceso de cepillado causará sensibilidad en las encías y en los dientes, produciendo un molesto dolor al comer o beber.

¿Y si no usamos el cepillo adecuado?

El cepillo dental está formado por cientos de filamentos. Si estos son de cerdas duras, al entrar en contacto con la superficie de dientes y encías, pueden dañarlos, haciéndolos más vulnerables a los ataques de las bacterias que pueblan la boca.

Los profesionales coinciden en que los cepillos de textura media son ideales para remover la placa y los restos de alimentos. Además, es importante que tengan cabeza pequeña para llegar a todas las áreas de la boca, incluyendo los molares posteriores de acceso dificultoso.

¿Es mejor usar un cepillo eléctrico?

Hay personas que los prefieren, ya que al vibrar en distintas direcciones limpian en mayor profundidad. Sin embargo, si el cepillado manual se realiza a conciencia no hay diferencia en el resultado. El cepillo eléctrico se recomienda a personas que tienen dificultades para realizar un buen cepillado o que padecen alguna limitación en su destreza manual.

CONSEJOS PARA UN CORRECTO CEPILLADO

El cepillado debe durar al menos dos minutos: ya que la mayoría de las personas no se cepillan durante tanto tiempo, los odontólogos recomienzan utilizar un cronómetro o escuchar la radio mientras lo hacemos.

Realizar movimientos cortos y suaves, prestando especial atención a la línea de la encía, los dientes posteriores de difícil acceso y las zonas alrededor de obturaciones, coronas y otras reparaciones.

Limpiar bien cada sección de la siguiente manera:

Superficies externas de los dientes superiores e inferiores: Incline el cepillo a un ángulo de 45° contra el comienzo de la encía y deslice el cepillo hacia la terminación del diente y hacia adelante.

Superficies internas de los dientes superiores e inferiores: realice movimientos cortos hacia atrás.

Superficies de masticación: con movimientos cortos hacia atrás.

Para tener un aliento más fresco y eliminar bacterias, no olvide cepillarse también la lengua.

Para complementar el cepillado, use hilo o seda dental.

Utilizar enjuagues bucales ricos en flúor y otros minerales para fortalecer el esmalte y evitar problemas futuros.

Cepillarse después de cada comida y, sobre todo, antes de acostarse: las bacterias que participan en la formación de caries, se pueden multiplicar 30 veces durante la noche si no se ha cepillado los dientes antes de irse a la cama.

Fuente: Revista Buena Salud

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