El mal aliento viene afectando a la humanidad desde tiempos remotos. En la antigüedad, los amantes aspiraban o mascaban anís, hinojo, comino o regaliz para rehuir del problema. Casi el 90% de los casos del mal aliento se deben a problemas en la boca (caries, mala #higiene, dientes apañidos, entre otros inconvenientes bucales). Un 10% tienen su origen en la nariz (sinusitis).Leer más
Cepillarse los dientes es una parte importante de la higiene bucal habitual. Para tener una boca y sonrisa sanas, la ADA le recomienda:
Cepíllese los dientes dos veces al día con un cepillo de cerdas suaves. El tamaño y la forma del cepillo deben adaptarse a su boca y permitirle llegar a todas las zonas con facilidad.
Sustituya el cepillo de dientes cada tres o cuatro meses, o antes si se las cerdas se desgastan. Un cepillo de dientes desgastado no servirá para limpiar los dientes.
Asegúrese de usar una pasta dentífrica fluorada aceptada por la ADA.
Cuando una persona pierde un diente lo primero que debería pensar es en sustituirlo por uno artificial, porque de lo contrario las consecuencias para el resto de los dientes podrían ser fatales. Y es que la pérdida de un diente no solo es un daño estético, sino que al faltar dientes y dejar espacios, el hueso del maxilar tiende a retraerse y las piezas adyacentes se mueven, ganando el hueco libre que dejó el diente perdido.Leer más